«ofrecio el duque tan magnanimo don Phelipe Maria que fasta el tiempo de su muerte le dexaua por heredero de Milan. Ved que marauillas son las de Dios: no se a·la postre a qual mas ensalçe o de quien mayor marauilla reçiba: o de aquella tan alta real y dichosa ventura del rey que fasta del mismo aduersario le fizo padre o de·la tanta magnanimidad y tan desigualada magnificencia del duque que oso tan de vna vez»