«leuanto se el magnifico cauallero y dixo les. Poned señores aparte la turbacion y enojo en que estays: y dad gracias a nuestro Señor por la merçed que nos fizo en nos tan bien remediar y hauer nos mejor proueydo que no mereçemos cerca de aquello que tanto nos cumple y todos buscamos: y alegra os y sabed que este infante que vedes aqui y puse ante vos: ahun que le yo truxe vestido tan mal»