«a Gayo Julio Cesar en·el Capitolio de Roma: porque fuera sin duda mucho mejor agora empleado en tan excellente magnanimo victorioso y cristianissimo principe y rey que nunca ser pudo en aquellos tyranos: como quier que a la postre reconoçida mejor la verdad mas llena cumplida y satisfecha queda la catholica y esclareçida virtud de su mismo fauor de la gloria tan grande y tan digna y tan mereçedora de alabança immortal que consigo trae que del mendigo y escasso»