«padre que vuestra sanctidad que nos hauia de atizar para la virtud y fauorecer tan sancta empresa nos desconuide y niegue su fauor: y nos quite la gana de seguir tanto bien: a su sanctidad suplicamos que lo mire mejor: y besamos los pies de aquella de parte del rey nuestro señor: y assi se despidieron del papa los nobles embaxadores: a·los quales dixieron en secreto los cardenales de·la nacion que no recibiessen enojo»