«derueca la obra del poder. E dize el avaro: non des que Dios es mas noble, e mas franco que ninguna otra cosa, e sy el quisiese abastara la gente, de manera que non oviesen menester de demandar, el lo farie. E si quisiesemos seguir su voluntad, de los pobres de nuestro aver dar·les lo que demandan seriamos en mal punto, porque aquellos que dan su aver dan su anima»