«ha de pagar qualquier peregrino por la saluaguarda. Mientra que stan assi encerrados los peregrinos llegan a·la puerta vnos cristianos de·la cintura los quales tienen la fe de sant Paulo y estos les venden las prouisiones que han menester carnes cozidas pollos y hueuos y muchas viandas y ende escogen a su voluntad. § El dia .viij. del mes de julio para cada vno de nos peregrinos traxeron vn asno en que a cauallo fuemos en tres horas»