«mis malditos oios enganyados del amor y occupados en tus desseos se deleytan en ver te no me plaze ni la quiero esta gloria recebir la: porque todos son agrauios del coraçon y de·la alma que se siente del menosprecio de mi: y ya no tienen sazon conmigo: ni quieras ser me tu tanto malo en todo que quando te auorrezco me quieras: y no me plaze que veas mi desastrado fin: porque no se»