«flamas. E como le houiessen leuado los demonios, para lançar·lo en·ellas: contaua hauer·le aparecido vn angel de vn habito resplandeciente: el qual le defendio del fuego: e le dixo. Sale e para·mientes dende·adelante como has de viuir. Despues de·las quales palabras, e resucitado e buelto al mundo: conto el misterio a quantos delante le venian. E despues dio se a tantos ayunos e vigilias,»