«mongiles de tales cueros pues son tan grandes. E assi andando su camino como alargassen las riendas en muchas fablas: dixo el cauallero. O Jupiter en todo poderoso: supplico te que nos guardes este dia de toda mentira: e faz nos passar este rrio peligroso sin lision de nuestros cuerpos: e lieua nos saluos al lugar e posada por nos deseada. El escudero oyendo estas palabras pregunto al cauallero. SeƱor supplico te que»