«encima la naffra mucho embendado que no je·lo quiten por enteros .iij. dias. Si no le valiere tal medicina: salpiquen la llaga de ceniza bien apurada de sarmientos que sea fria: pusiendo encima fienta de corrales muy menuzada y tanto cozida con buen vinagre fasta ser espessa. Quando no quisiere por todo lo dicho estancar den le cautirios subtiles de fuego por donde quiera que la sangre salta: sea en·la naffra quier en arteria»