«el infierno hay continua tristura sin consuelo. Ca los damnados ningun consuelo tienen: ca no les aprouechan las ayudas: e suffragios de oraciones: ni llueue sobre ellos alguna misericordia de arriba: ni esperan gracia: o merced en·lo por venir. Ca saben que no ternan perdon alguno de redempcion: e assi estaran muy tristes en perpetuo desconsuelo. E por conseguiente lee se a .iiij. capitulos de·la Sabiduria: que de rahiz»