«fasta nuestro tiempo. No solo deue llorar el christiano empero con mucha deuocion deue orar a Dios que buelua sus ojos de misericordia sobre tantos males: y de·la lumbre del sancto suyo sobre nos que veamos lumbre que merced nos haya quiera leuantar la perfida gente de·la tierra sancta porque tenida de sus fieles en ella siempre sea seruido y loado dias y noches su nombre llamado. En el tiempo antiguo aquel propheta sancto Daniel quando»