«que siente, y despues que ya allegan a hablar tienen menos acabado que al comyenço de sus passiones, y son nuestras penas muy apresuradas y los remedios d·ellas muy vagarosos, y quando ya vienen a·nos hazer mercet tan corridos nos tienen y acusados que porque no se mueran sus seruicios y yntereses nos quyeren enganyar [...] § No nos contentamos que no ge lo osemos dezir porque la verguença a sofrenadas nos tiene a raya,»