«de su salud: como alguno non pueda saber si es digno de pena: o de gloria. Pues claramente a·ty que has seydo en toda tu vida pecador non te queda alguna esperança de saluacion: saluo que meresces dignamente de ser condempnado. Por estas e por otras semejantes razones induze al ombre a desesperacion: de·la qual nos deuemos guardar sobre todos los males: como esta offenda e sea contra la misericordia de Dios»