«del alma de quien la fe es toda perfection: de lo qual sabe que todas las otras creenças y leyes no siruen a Dios ante le sean muy enojosas: porque ninguna despues de·la nuestra el nombre de fe merecer no puede. Empero dexando lo ya muy cierto de·la fe nuestra veamos donde haya nacido el fundamiento de tanto yerro: porque aquel vencido y muerto le caya encima todo lo mas alto de su hedificio .»