«y que fuessen a·lo·menos a fazer espaldas y socorrer a·los delanteros. Llegaron a·la pelea entraron con tanto denuedo que tomaron doblado espanto los enemigos: rompieron los derribaron los destroçaron y mataron d·ellos fasta seys mil alarabes. Mientre que el campo se vencia y los nuestros se vañauan en sangre de infieles salio el infante de Guadix con gran golpe de caualleros moros que hauia en·la ciudad y venia dando vozes y diziendo»