«damas y donzellas que con ella stauan de·las llamas del fuego a·fuerça la quitaron: y luego la reyna con otros caualleros llegaron a·supplicar al rey perdonar la quiziesse: y pues que del cielo vino por marauilloso milagro dar muerte a·quien la merecia que contra la voluntad de Dios no diesse pena a·quien no la mereze. A·lo qual el rey no atorgaua ni contradezia: saluo lo remetio a·los de su conseio»