«segun hauemos visto: por consiguiente las cosas aromaticas y buenos olores ayudan por la regla: que dize que de·los contrarios vna misma es la doctrina: y lo que obra el vno en·el vno: esso mismo el contrario en·el contrario. Tercio que estos olores dessecan el aire: lo qual es necessario en·la pestilencia que viene en·el jnuierno. Quarto que confuertan el coraçon y el cerebro. E si se»