«y el seruicio de Dios: siendo la enpresa y fecho tan suyo: quien osara perder coraçon? Que digo perder? Mas no acrescenta·lle: y subir le mucho mas. Pues monta que podeys oluidar a vos·mismos: si mirays los que haueys sydo: lo que haueys fasta aqui osado acometer: mas lo que truxistes a fin y acabastes: no fallo cosa que no deuays enprender. Nunca los romanos en dozientos y»