«la condenacion por el mal del pueblo: assi lo ha dicho Dios por el propheta. Si no hablares al malo que dexe su mal camino y se muriere en su maldad yo demandare la sangre suya de tus manos mismas. Qual mayor peligro se puede pensar ni qual discreto escogera tal forma de vida que su alma sea en obligacion al triste infierno si los otros pecan. EnĀ·el principio del mundo Cayn ( ahun que fue»