«Señora mucho solemne cabe la fuente y despues comimos beuiendo aquellas aguas preciosas: y algunos de·los peregrinos nuestros dentro se bañaron con esperança de salir mejores y mas fuertes assi bañados: y no fue marauilla porque los moros mismos lo hazen con gran deuocion. La casa donde stouimos era muy grande y las ventanas ahun salian para la huerta del dicho balsamo y por todas ellas entraua olor marauilloso que nuestras estancias todas henchia de suauidad dende»