«a·los antojos de·la triste Fortuna remediar los caualleros ni ahun los sabios no pueden: mas en esto pareçe quan gran señor era y que tan grande logar tenia en·la corte: en que ahun despues de assi muerto fueron los bienes restituydos al fijo: y le fue dada por el rey vna su mucho parienta y donzella de sangre real por muger: y llamaron al fijo don Phelipe de Castro. Cuya nieta ( segun algunos tienen»