«te refrene alguna vez de peccar. O graue tormento e misero: e quan de fuyr. O destrucion lamentable de·la pena infernal: quanto eres de temer. El que es tormentado de·la tal pena: nunca morira: e siempre sera tormentado: e nunca vera el fin. De·las cosas susodichas claramente se demuestra que el acrescentamiento jnfinito de·las penas, deue ser muy temido. Este pensamiento de tan eternal pena del»