«senyora seguistes la costumbre y naturaleza de vuestro stado en remunerar mis grandes seruicios a ninguno no agrauiastes: y pues quien tan altas merçedes de vos recebio non sea scasso de offreçer la vida: y ahun que el cuerpo muera consola·os: pues que l·alma nunqua muere: y sereys cierta de mi fe que siempre iamas vos viua. § El autor. § Poniendo contra si Mirabella grandes culpas que parecia ella hauer seydo entera causa del»