«ya despues de complidos vinieron cubiertos de luto: y vnas spadas manzilladas de sangre en sus diestras manos: con otras muchas serimonias segund en aquella tierra se acostumbra. Y eran dotze iuezes los quales dieron sentencia que Mirabella muriesse: y fundaron por muchas razones ser ella en mayor culpa que Grisel. Y como en presencia de·la reyna delante sus damas fuesse condemnada a muerte las vozes que scomençaron a·dar ponian tal tristeza en los»