«punto que de muy afrontada y en tan estrema angustia puesta perdio coraçon de se osar mas detener a dicha tan venturosa y creçida a virtud tan poderosa y valiente que todo lo sumia y sobraua. Acordaron pues ya los moros de se rendir y entregar la ciudad a principe tan bienauenturado y dichoso que todo le salia tan fecho todo tan a su cuenta y querer que por demas era el porfiar mas con·el. Entregaron pues la»