«a los desesperados animos dar les prouechosos conseios son mas par asolar la vida que por aumentar la: y por esto ninguna iusta razon enemiga de tus desseos te puede aprouechar: ni se ya que pueda dezir que claramente mostrasse tus errores: mas quiero sperar a·la fin de tu demanda que ella sera prueua de tu culpa. O quien fuera ya muerto porque los condemnados males de ti no viesse executar. O del todo fuera»