«quando tu veras qu·el enamorado tuyo sta tan raygado y puesto em·poder de alguna senyora que casy es del todo perdido. En aquella ora es neçesarjo d·encubrir los çelos y la pasion de amor suya: y mostrar por serujçios querer·lo y amar·lo como vn segundo dios suyo: porque no s·ausente d·ella por renynas ni fatiguas que le·de andando donde meior companya le fiziesen: como ya te tengo dicho .»