«vengança perdurable. E sant Augustin rogaua a·Dios assi diziendo. Señor aqui me quema e fiere e tormenta: para que por siempre me perdones. Pues non te perturben las tribulaciones d·este mundo: por quanto ellas muestran que Dios non te quiere desamparar: segund que pone sant Augustin: que dize que los males e aduersidades que en·este mundo nos persiguen: nos lieuan por fuerça para la gloria de Dios. Pues non»