«era tan esforçado de tan alto y real coraçon que nunca ni en·las afruentas le conocieron temor ni en·las prosperidades mudança ni en·los fauores de Fortuna desconocimiento: en·los casos que de subito le occurrian ahi se mostraua mas constante animoso y apercebido: tan ygual rostro y denuedo tenia en·lo que descuydado le tomaua como tienen los otros en·los fechos muy pensados. Tanto que vna vez que vn gran golpe de moros entraron»