«sabian d·esta filosofia mas dulce a los oydos de·los oyentes diçen cosas que ellos se quyeren matar, porque quando las requestauan nunca las hallo su seso para las dezir, asi que ellas son en sus razones y motes tan dulces que no avia hombre que se les pudiese defender nj amparar, mas ellos haziendo·se fuerça defendian se con las meiores razones y escusas que pueden, y asi aquella primera noche y otras muchas ellas»