«deue tener la cara buena y mucho firme que no se spante por algun estruendo ni entremeses que le fiziesse: ni ahun sea temeroso nada entre las armas ni alaridos. Deue estar seguro al caualgar que no se mueua fasta que sea el cauallero bien adreçado encima d·el: en·el camino el passo largo y bien tirado: y en la ciudad corto preciado de muy buena gracia. Ha de bien saber el trote corto»