«e a ninguno teme. E tan comun es a·los principes como a·los duques. La muerte assi rebata mancebos como los viejos: e a ninguno perdona. Ella brama: e todo quanto en·el mundo se mueue tremece. Ella fiere: e toda la carne perece: e no puede escapar d·ella vn varon: por rezio que sea. E no rescata a persona del mundo. Ca la muerte no recibe amistad»