«que bien por esso hauia el recurrido al magnanimo y serenissimo rey don Alfonso como a principe cristianissimo y amador de la verdad y justicia y abrigador y amparador de·los tan injustamente desposseydos como el: mas no se mouio sin grande y maduro consejo: y sin mandar a todos sus letrados que reconoçiessen mejor la causa y examinassen mejor el derecho: y assi puesto en deuido esamen el fecho fallaron los de su consejo y otros»