«tomen guijarros que sean redondos gordos como el puño: y aquellos echen debaxo sus pies como si houiesse de tener la cama siempre assi por el roydo que fazen las piedras no puede estar el cauallo quedo: y el mouimiento echa los humores fuera de·las camas que daua dolor grande a·los neruios. En tal manera este todos dias y abrigado con manta de lino. Guarde se mucho qualquier de le dar comer ni beuer:»