«de nuestros seruicios otra merced no te pidimos saluo que asi como en todas las cosas somos señores que en casos de amar no nos hagas sieruos, y la maluada costunbre vsada mucho en danyo y perjuyzio nuestro que la mudes y tornes a ley de razon, porque ante dariamos lugar a ser mandados d·ellas y de·los anjmales que biuen tanto que esta sola de amar señoreasemos como ellas hazen porque por esta sola somos catiuos los»