«mas siempre parece nascer. Siempre vexando: e renouando los gemidos. Dende dize Pedro Blesensis en vna epistola. Ende no haura templança de tormentos: ni cansacio: ni fin. Ca ende siempre comiença el fin. La muerte no morira: ni el defecto desfallecera. E la damnada condicion: e suerte del hombre: siempre redundara en materia de dolor: e manjar de muerte eterna. Por esso dize el Psalmista. Como ovejas»