«Dios: no estimaria ni ternia en cosa alguna suffrir mil muertes. Ahe quantas cosas deues suffrir alegremente por Dios. Luego pues suffre de grado, e padece ledamente: toma enxemplo en·los ladrones e malfechores judgados a muerte: los quales se alegrarian mucho si supiessen poder escapar, cortando les vna oreja. Tu por semejante alegra te, e sey ledo: ca tu puedes con pequeña penitencia esquiuar la muerte de·la alma,»