«otro del arbol: dize a su compañero. Ruego te que me quieras dezir: que cosas tan secretamente el osso te fablaua a·la oreja: quando tan largamente eras puesto en tan grand espanto e angustia de·la muerte. El qual le respondio: por cierto muchas e diuersas dotrinas me enseño: e en especial vna la qual sera a mi mas necessariamente de encomendar a·la memoria e es esta: que quanto pudiesse me»