«de·la mujer mestruosa jnfecionan el espejo? Tanto que como escriue Aristoteles en·el libro que hizo del sueño y de·la vigilia que con su vista se engendran nuues sanguinolentas en·el espejo? Responde porque naturalmente quando la mujer esta tal se resuelue en·ella de·la tal materia vn fumo muy venenoso el qual le causa en·la cabeça muy gran dolor: y por quanto los ojos son llenos de poros: aquel tal fumo infecionado»