«ningun hombre de discrecion no demandaria a·ninguna aquello que no sperasse de hauer: y primero que lo pidamos conocemos que no nos perdereys verguença pues la teneys perdida: porque quien viene en tal demanda apareios halla en la muger de senyales: assi en el mirar como en el reyr y otras condiciones que quieren tanto dezir si quereys queremos: ansi que non faze menester que lo digays: pues hauemos por mas cierto lo que la»