«apoderado esa primjnençia y senyoria mas que nosotras y es ya tanto raygada y confirmada aquesta consuetut y platica en·el mundo: que el honbre que no tiene dos o tres enamoradas non lo tienen por honbre. E las mujeres si lo acometen quedan menguadas aborreçidas e desestimadas entre las jentes: sin los peligros que cadaldia concoren por ello. Dixo la donzella. Y que peligro coren nj pasan? Dixo la madrjna. Los mas terribles»