«y lo amato. Dende la hora fue leuantado vn grande clamor llamando los sanctos a Dios inuocando y fue tendido el papafigo o vela pequeña que nunca se pone fasta el estremo peligro de todos: assi ya espantados los nauegantes y esperando con muchos temores negar se la fusta cada momento no quedo algo en las galeras que no andouiesse entre las aguas: esto muchas vezes nos acahecio y no es de nueuo que los nauios ende peligran»