«de embiar fasta en Roma a suplicar al pontifice soberano que le mandasse a·lo·menos socorrer de indulgencias: y fue quando menos por ellas el mismo arçobispo de Toledo que llamaron don Rodrigo el nauarro: y oyda la necessidad grande y afruenta en que estaua no solo Castilla mas la España toda y en parte la Francia que la España vencida la Francia peligrosa quedaua: otorgo el sancto padre de su poderio tan lleno y pontifical indulgencia»