«al rey su marido ni a sus reynos ( no dio lugar nuestro Señor ) que les siguiesse: que sus meritos eran tantos que guardauan a·los por quien ella rogaua: mas ella falleciendo luego escurecio la dichosa y noble ventura assi del rey como del reyno: y fasta en Francia entenebrecio tanto la fe y catholicas costumbres: que se despertaron tantas heregias se leuantaron tantos hereges: y en·las tierras endemas de·los albigenses que»