«dolor grande que de·los viejos sintio el magnanimo principe: que antes le plazia y mucho de buenamente que en cargo les era grande por se hauer su fijo perdido en seruicio suyo: y que no cansaria fasta saber nueuas d·el y librar le de poder de enemigos: mas que cumpla primero esperar la respuesta de sus adalides que hauian de preguntar a·los alhaqueques de·la frontera: que son como trujamanes que andan entre cristianos»