«fue sant Ambrosio: el qual segund el Jheronimo en·la epistola que d·ello faze atestigua en remedio de·las subitas desaconsejadas peligrosas y crudas sentencias que dar se podian establecio vna ley: que defendia que sentencia de muerte nunca por el principe dar se podiesse fasta primero passar treynta dias de acuerdo: para en esse medio reconocer y mirar sobre la razon y causa de·la sentencia. Y assi en Aragon tenemos remedio para templar y»