«con dulçes y marauillosos cantares y con soberanas y celestiales alegrias: dieron al cuerpo en Sant Johan de·la Peña la magnifica real y alta sepultura: dieron al alma los angeles trono celestial y lunbroso silla triumphal y marauillosa çeptro y corona que nunca falleçeran. Fue sepultado año de mil y cinquenta y ocho. Muchos mas años ponen algunos escriptores: mas la orden y ley de·la hystoria no lo padeçe: y requiere discrecion que fuyamos la discordia y»