«y que nunca lo de Dios se mirara deuiera a·lo·menos lo del mundo mirar·se: que nunca ni el mundo concuerda con·lo de Dios ni menos lo de Dios se falla bien con·el mundo: nunca los del mundo saben ni bien hauer·se con los religiosos ni los pueden recebir por dispuestos para lo del mundo: porque tarde o quasi nunca lo son: ni menos los religiosos y endemas los criados desde»