«Huesca al pujante fijo suyo y primogenito heredero don Alfonso segundo. Dexo en fin las tantas coronicas que assi en Barçelona en Pobled y en Catalueña como aca en Aragon se fallan: que todas concordes mantienen y aueriguan que nunca el rey de Castilla gano tales ciudades mas que las reçibio de mano del rey don Remiro para las defender de·los enemigos moros: porque las el no podia tan bien como el otro guardar de peligro:»